En una noche fría de lunes santo, un poco después de las 9 de la noche y como fondo el pico de la Tiñosa se abrían las puertas de la ermita del Calvario para iniciar la estación de penitencia la Cofradía de los Dolores.
Esta es una de las cofradías que más penitentes y atributos lleva ya que participan en el mismo desfile alrededor de 700 hermanos.
Las estrechas veredillas del calvario servían de paisaje para contemplar al Cristo de la Buena Muerte que como es costumbre iba escoltado por cuatro antorchas. Este Cristo es una preciosa talla del siglo XVII atribuida a Pedro de Mena mientras que la Virgen de los Dolores esta fechada en el año 1635 es una imagen de candelero de autor desconocido.
En cuanto al acompañamiento musical, como es tradicional la banda de la hermandad con sus fanfarrias ponían un sonido de luto y drama en la noche del lunes santo. La Virgen de los Dolores a hombros de sus más de 150 costaleros iba acompañada por la Banda de lMunicipal de Música de Luque.
La comitiva procesional terminó en la Parroquia de la Asunción en donde en la madrugada del Viernes Santo regresará a la ermita del Calvario en la denominada “Vía Sacra”.
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