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El Pacto Local olvidado: Los Ayuntamientos, hundidos

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El nuevo Consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía, Luis Pizarro, ha decidido olvidarse otra vez del Pacto Local que debía lograrse en esta legislatura a través de dos leyes: la nueva Ley de Régimen Local y la de de participación de los Ayuntamientos de los tributos que cobra la Junta de Andalucía. El PSOE había prometido esas leyes para esta legislatura pero ahora decide aplazarlas sin fecha como tantas otras promesas que nunca ha cumplido; ¿se acuerdan por ejemplo de las vacaciones de las amas de casa?.
Pero todavía hay algo peor y es que el Presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (la FAMP), el alcalde socialista de Dos Hermanas ha apoyado públicamente esa decisión del Consejero que condena una vez más a la ruina a la mayor parte de los Ayuntamientos andaluces. Se demuestra así que la FAMP, en su estado actual, no sirve para defender a los Ayuntamientos sino para respaldar y defender al PSOE aunque eso suponga un desastre para millones de andaluces.
Tanto el Partido Popular como IU han planteado la posibilidad de salirse de la FAMP, cosa que seguramente no harán por respeto a las instituciones, pero es eso lo que el PSOE y la Junta de Andalucía y el Sr. Zapatero merecen.
En 1979 la participación de la financiación municipal en el gasto público del Estado era del 11 por ciento y en treinta años solo ha subido al 13,4 % actual. En esos treinta años los Ayuntamientos han asumido tantas competencias que se calcula que actualmente la participación de las corporaciones locales en el gasto público debería ser al menos del 26 %. Y no es que el Estado mantenga en su presupuesto un alto porcentaje del gasto, sino que gran parte del presupuesto ha sido transferido a los gobiernos de las Comunidades Autónomas; estos a su vez, han trasferido muchas competencias a los Ayuntamientos, pero no les han trasferido el dinero necesario. O sea, los gobiernos autónomos manejas inmensas cantidades de dinero hasta el más absoluto despilfarro, mientras que los ayuntamientos no pueden financiar los servicios que prestan a los ciudadanos.
El caso de Priego es especialmente grave. La situación pueden soportarla a duras penas aquellos Ayuntamientos que, por tener una zona turística boyante o por tener en el municipio sectores industriales potentes, consiguen recursos propios en abundancia. Que cada lector ponga sus ejemplos, cercanos o lejanos, pues no es difícil.
En Priego en cambio no hay dinero ni para lo más elemental. El agujero negro que hoy tienen las arcas municipales se hizo inocultable en la legislatura de 1999 a 2003, años en los que, temiendo el PSOE que iba a perder las elecciones (tal como ocurrió), hizo unos presupuestos totalmente irreales con gastos muy superiores a los ingresos, provocando en pocos años unos niveles de déficit que nos han llevado a la insostenible situación actual. Otros muchos ayuntamientos están en situación similar, pero en vez de ayudar, la Diputación, la Junta y el Gobierno Central están acabando de hundir las arcas locales.
Serían incontables las veces que el Sr. Zapatero y los Srs. Chaves-Griñán han prometido mejorar la financiación local. Vaya una prueba: el programa electoral con el que Rodríguez Zapatero concurrió a las Elecciones Generales del año 2004, prometía la “elaboración de un nuevo modelo de Financiación Local más justo y estable, que garantice la suficiencia financiera” de los Ayuntamientos y decía que las reformas de la financiación autonómica y de la local se abordarían simultáneamente.
No solo no cumplió su promesa en toda la legislatura sino que ahora, para el ejercicio de 2009, el gobierno central, en vez de aumentarlo, ha disminuido en más de un 6 % el dinero que aporta a la financiación municipal. Sí, ya sabemos que han aportado 4 millones de euros para obras públicas que darán trabajo a muchos trabajadores en Priego; pero con eso la situación financiera del Ayuntamiento no mejorará un ápice.
A la Diputación por su parte, no se le ocurre otra cosa que subir en un 69 por ciento la cantidad que el Ayuntamiento de Priego tiene que pagar por el funcionamiento del Parque de Bomberos. Lo hará legalmente, por supuesto pero gracias a las normas que ellos mismo han aprobado mientras los Ayuntamientos y Mancomunidades gobernadas por el PSOE, callan y aguantan.
La Junta de Andalucía y la Diputación de Córdoba financian miserablemente a los Ayuntamientos solo a través de “subvenciones” (no sabemos si habría que llamarlas limosnas), muchas de las cuales están condicionadas a que el propio ayuntamiento aporte la mitad o más de la inversión prevista, con lo que muchos ayuntamientos, como el de Priego, se ven obligados con frecuencia a renunciar a esas subvenciones porque no tienen dinero para pagar la mitad que se les exige.
Ese es el Pacto Local que ellos quieren: la dependencia total y la sumisión de los Ayuntamientos. Y si protestas porque quieres un Hospital en tu pueblo, viene el Sr. Velasco y te dice, con toda la desvergüenza del mundo, que si pides lo que el PSOE ha decidido que no nos conviene, a lo mejor te quedas sin las reformas que necesita el Centro de Salud. ¿Hay quien dé más?.