Hace treinta y cuatro años, un grupo de jovencitas comenzaban su curso escolar como internas en el colegio de Nuestra Señora de las Angustias de Priego. Posteriormente pasó a denominarse como la promoción 1975-1979.
Llegaron de partes de la geografía española como, Extremadura, Castilla la Mancha y otras comunidades. En dicho colegio, ese grupo de mas de treinta jovencitas cursaron sus estudios de E.G.B. y en el trascurso de esos cuatro años, llegaron –en su gran mayoría- a convivir y congeniar de una forma muy familiar. Esa importante etapa de sus vida, transcurrió dentro del colegio, donde estudiaban, se divertían y convivían. Se formaban para el día de mañana, y bajo la tutela de sus tutoras y profesoras, las mojas del colegio, fueron dejando huella en una ciudad que nunca olvidaran.
Transcurridos treinta años desde que dejaron el colegio de Nuestra Señora de las Angustias, decidieron convocarse y tratar de reunir al mayor número posible de compañeras, resultando posteriormente un éxito, ya que la gran mayoría, se desplazaron a Priego el pasado día once de julio y durante el fin de semana estuvieron viviendo y recordando parte de su infancia y adolescencia.
Una vez que llegaron todas a Priego, el lugar de encuentro no podía ser otro que el colegio. Allí, visitaron el centro, algo reformado desde aquellos tiempo, ahora, pero sin perder ese encanto y ese sabor que les rememoraban recuerdos de una adolescencia. Visitaron la sala de estudios, la de televisión, los dormitorios, algunas, incluso se asomaron por las celosías que dan a la calle Río, que por cierto siguen cubriendo los balcones del colegio.
Como hicieron muchas veces durante su etapa de internas, celebraron una misa muy emotiva en la capilla de la iglesia de las Angustias.
A medio día, tuvieron la oportunidad de almorzar en un restaurante de Priego, aprovechando la comida y los postres para saber algo mas de lo que ha sido de cada una de ellas. La gran mayoría se casaron, tienen hijos y tiene su vida hecha, con sus trabajos y sus jovis. Alguna soltera pero de igual modo con su vida hecha y realizada. “ver como compañeras de Andalucía viven fuera de su comunidad ,y compañeras de castilla la mancha casadas con andaluces”. “Lo mas importante del encuentro ha sido volvernos a ver; estar juntas y estar tan unidas como estábamos en el colegio, es como si el tiempo no hubiera pasado; hablamos con toda confianza, como si jamás hubiésemos perdido el contacto” Nos manifestaba Rosa Rivera, artífice de este encuentro y una de esas jovencitas internas que se quedó en Priego, conoció a su novio, el q hoy día es su marido y aquí tiene su familia formada. Rosa Rivera quiere dar públicamente las gracias a todas sus compañeras, por el gran esfuerzo que han hecho todas al desplazarse hasta Priego y vivir ese día lleno de alegría, y algún llanto por las emociones. Además también quiere agradecer las facilidades prestas por la directora del colegio, la madre María José Vilches y la madre Rosario Cuevas, que ese fin de semana encontraba en España y quiso estar con todas nosotras. Ella estuvo con nosotras en el colegio cuando éramos pequeñas. Por ultimo agradecer al propietario de Sala 70 por ofrecernos su local para recordar aquellos temas que por entonces bailábamos. A todas y a las que no pudieron venir, gracias.
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