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Mejor me callo...

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Me los encuentro en el bar. Están negociando un concierto para el fin de semana y en sus caras se nota la intensidad con que viven la situación y la energía creadora que alimenta su vocación de músicos. Cuando me intereso por ellos y por sus cosas se desbordan dándome información y comunicándome a borbotones la ilusión con que viven el momento mágico de su juventud creadora. Son gente sana. Son ese sector de juventud al que hay que apoyar porque representan la única e inestable garantía del futuro. Son el grupo “Mejor me callo”, extraño nombre para media docena de muchachos que apenas rozan la mayoría de edad.

Cuando les pregunto cómo es posible dedicarse a la música sin haber pasado por un conservatorio, me sorprenden con una respuesta que no esperaba; no al menos en gente tan joven. Me dicen: “El conservatorio enseña técnica musical, no arte. El arte no se puede enseñar porque es algo innato. Y, desde luego, es posible componer una buena canción si dentro de ti vive el alma de la música, La técnica se adquiere de formas diversas y nunca hace falta más técnica de la necesaria en cada momento; no es necesario ser un especialista en composición musical si sigues esa fórmula infalible para la creación artística que consiste en hacer lo que sabes que tienes que hacer de la forma que sabes que tienes que hacerlo. Si lo haces así no te equivocas casi nunca. Me dejaron planchao.

Algo picado, y con un poco de mala fe, los tiento preguntándoles por la fama, el prestigio, el reconocimiento social, …el dinero; y de nuevo me salen por la tangente diciendo que hoy por hoy no pretenden sino ser fieles a su afición, hacer honestamente lo que les motiva y les gusta y que lo otro, si llega, bienvenido sea. Porque tener gente que les escuche, amigos que les siguen y asisten a cada concierto y a su mejor fan, Juanma, que no se pierde ni uno y al que ellos ya consideran su mejor y mas fiel admirador; …eso ya es suficiente compensación a la disciplina de ensayos y afán de superación que en este momento les mueve. Y, claro, ante esto, les ataco duro con un golpe bajo de paternalismo recalcitrante, diciéndoles: “Pero, a ver, de verdad, honestamente, ¿vosotros donde os veis dentro de cinco o seis años?, …y me vencen definitivamente al contestar: “Pues nos vemos juntos, tocando nuestras canciones, y si el tiempo y el talento han dado sus frutos, pues nos vemos algo mas maduros y mejores músicos de lo que somos en este momento”. Ni media palabra más.

Ellos son, Manu, vocalista, “El fuentes”, guitarra y coros, Juanfran “el niño”, batería, Jiménez, guitarra, y Juan, bajo. Ellos son el grupo “Mejor me callo …” Llevan algo mas de un año en esto de la música, componen e interpretan temas originales y me dicen que dada la diversidad de gustos musicales entre ellos y el hecho de que cada tema es trabajado en equipo con aportaciones diversas de cada uno, el resultado es difícil de encasillar dentro de ningún género y el producto final, las canciones que interpretan, llevan una especie de sello propio que las hace , por lo menos, por lo menos, muy originales. Ya han actuado en directo siete u ocho veces y participado en el Sebolla Rock de Algarinejo, en el Festival Joven de Priego, en la Sala 70 y preparan una maqueta de promoción que se titulará “Si lo se no vengo” con la que esperan darse a conocer a mayor escala.

En definitiva, cinco muchachos entusiasmados con la música y dispuestos a sacrificarse por dar a conocer el fruto de su trabajo. Cuando me despedí de ellos hice un último intento de quedar a la altura de mi edad y les pregunté: “pero, bueno, eso de ir de artista por la vida farda mucho y, claro, me imagino que en el entorno de vuestros conciertos, pues, lógicamente ligareis más, ¿no?”. La respuesta fue tan breve como elocuente: “Si”