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30 de octubre de 2009 | Redacción

El SEPRONA de la Guardia Civil, imputa a una persona como supuesta autora de un delito de intrusismo profesional

La Guardia Civil sorprendió a M.P.S., cuando provisto de lector, pinza e inyector, implantaba microchips a varios caballos.

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La Guardia Civil dentro del marco de las actuaciones previstas en la Orden de 21 de marzo de 2006 por la que se regula la ordenación zootécnica y sanitaria de las explotaciones equinas y su inscripción en el registro de explotaciones ganaderas de Andalucía, ha imputado a M.P.S., de 29 años de edad, vecino de Mairena del Alcor (Sevilla), como supuesto autor de un delito de intrusismo profesional.

Una de estas actuaciones se llevó a efecto por el SEPRONA de la Guardia Civil de Córdoba, el pasado día 11 de junio en una inspección conjunta entre el SEPRONA y veterinarios de la Delegación Provincial de Agricultura, efectuada en la finca “Puerto Calatraveño” de Alcaracejos, donde fue detectada la presencia de una cabaña equina superior a 90 cabezas, no encontrándose dicha explotación autorizada como unidad productiva de équidos y sin constancia de que se hubiesen iniciado trámites para su inscripción.

Ante ello, el SEPRONA de la Guardia Civil procedió a comprobar la implantación obligatoria del dispositivo electrónico de identificación “microchip” en cada uno de los equinos, detectando que un importante número de estos animales carecían de la identificación referida.

Posteriormente, el pasado día 18 de junio, el SEPRONA de la Guardia Civil de Córdoba, efectuó una nueva inspección a la referida finca, sorprendiendo a una persona, que tras ser identificada resultó ser M.P.S., quien se encontraba provisto de lector, pinza e inyector de un solo uso, implantando microchips a varios caballos, sin estar en posesión de la titulación necesaria para realizar dicha implantación, dado que la misma deber ser efectuada por facultativos veterinarios.

Ante ello, la Guardia Civil procedió intervenir el material inyectable, concretamente veinte unidades de microchips, que M.P.S., pretendía continuar inyectando a la cabaña equina.

Tras recabar informe del Colegio Oficial de Veterinarios y comprobar que la implantación de “microchips” es un acto clínico y como tal debe realizarse atendiendo a criterios técnicos propios y exclusivos de la profesión veterinaria, todo ello avalado por la vigente legislación sobre identificación de ganado equino, la Guardia Civil procedió a la imputación de M.P.S., como supuesto autor de un delito de intrusismo profesional.

Asimismo, en nuevas inspecciones efectuadas en dicha finca, el SEPRONA de la Guardia Civil de Córdoba ha detectado e instruido expediente de denuncia a los propietarios de la cabaña equina, por infracciones a lo dispuesto en la Ley 8/2003 de Sanidad Animal, tales como falta de cuidado de los animales, condiciones higiénico sanitarias y por abandono de cadáveres de animales sin cumplir los requisitos de eliminación que la legislación sobre sanidad animal preceptúa.

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