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20 de noviembre de 2009 | Mercedes Muñoz

Mentiras sobre la ITV

En el caso de la ITV, como ya va siendo habitual, el equipo de gobierno socialista se está encargando de difundir mentiras interesadas para echar la culpa a la oposición y ocultar su ineptitud a la hora de gestionar asuntos importantes para la ciudadanía. De esta manera, una información tergiversada oculta los verdaderos hechos.

La primera verdad que debe conocer la ciudadanía es que el equipo de gobierno vinculó la instalación de la ITV con la resolución del contrato que comprometía a la promotora Rumenex a construir en Los Almendros un centro comercial y de ocio en el plazo de 18 meses. Curiosamente, el promotor solicitó la resolución de su contrato cuatro días antes del pleno extraordinario en el que se trató la ITV. La segunda verdad es que esa resolución “amistosa” del contrato, que realmente es un contrato incumplido, suponía no sólo considerar que con la obra realizada quedaban amortizados los perjuicios que se pudieran haber causado al Ayuntamiento, sino no incautar la fianza de casi 200 mil euros. Es decir, la promotora no sólo no hace la obra e incumple los plazos, sino que se lleva su fianza como si nada hubiera pasado. ¡Con qué generosidad se regala un dinero que es de todos! Además, los demás promotores que optaron por la licitación de esta obra están muy en su derecho de demandar al Ayuntamiento por no darles la posibilidad de ejecutar ellos mismos la obra en cuestión.

Como portavoz de Izquierda Unida expresé muy claramente en el Pleno que una cosa era llegar a un acuerdo para resolver el contrato y otra muy distinta regalar esos casi 200.000€ que muy bien podrían servir para comprar el terreno más adecuado posible para instalar la ITV. Pero de eso no quiere saber nada el equipo de gobierno.

Y esa es la tercera verdad: la parcela donde querían instalar la ITV, en Los Almendros, no es la más adecuada por varios motivos: primero, por su ubicación, al lado de una guardería y de un instituto, en plena zona residencial que necesita otro tipo de equipamientos; segundo, porque afectaría significativamente al tráfico de entrada y salida a Priego por esa rotonda la cual, por cierto, ya se ha visto menguada por un lavadero de coches que Izquierda Unida no aprobó; tercero, por el valor de esa parcela. No conocemos ningún servicio de ITV que esté dentro del casco urbano, en una zona residencial y de tránsito. Más bien al contrario: las ITV se sitúan fuera de las ciudades, sin perjuicio para el tráfico y en terrenos de escaso valor urbanístico.

¿Quiere decir todo esto que Izquierda Unida no quiere la ITV? En absoluto. Lo que Izquierda Unida no quiere es que se apañe de mala manera la resolución de un contrato, con graves perjuicios para el Ayuntamiento –es decir, para todos- para poner la ITV en el peor de los sitios posibles. Terreno hay para situarla si se quiere encontrar y dinero hay si se incauta la fianza por el centro comercial no construido en Los Almendros. Es más, cuando se llevó la moción sobre la ITV, no precisamente por el PSOE, se habló de alguien que tomaría la iniciativa por tener terreno suficiente. Aunque ahora haya cambiado el procedimiento y de las ITV sólo se encargue una empresa de la Junta, ese terreno sigue existiendo.

Pero está claro que todo esto no le interesa al equipo de gobierno socialista. Por eso ni quería hablar de la ITV en el Pleno cuando no se aprobaron las condiciones de la resolución del contrato con Rumenex.

La próxima vez que oigan a la Alcaldesa en la radio después de un Pleno echando la culpa de todos sus errores a la oposición, pregúntese qué es verdad y qué es mentira.