Curro Jiménez con cuatro orejas y un rabo pone al público en pie al grito de “torero” torero”

Plaza de Toros de Priego (portátil) jueves 3 de septiembre, tradicional corrida de toros de Feria Real. Media entrada en tarde calurosa
Ganadería.- Toros de Ramón Sánchez Rodríguez que sustituían a los anunciados de Corbacho Grande. Iguales de presentación, sacaron raza en el último tercio, los mejores cuarto y sexto premiados con la vuelta al ruedo.

Incidencias.- Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento en accidente de moto el pasado 17 de agosto de un joven de 19 años, sobrino del tesorero de la peña de Curro Jiménez. El torero prieguense tuvo un emotivo recuerdo brindando el primero de su lote a los padres del joven, socios de la peña.

Víctor Janeiro (de blanco y oro).- Tres pinchazos y estocada (palmas); estocada trasera (dos orejas).

Antón Cortés (de azul cielo y oro).- un pinchazo y estocada caída (oreja); dos pinchazos y media estocada (oreja)

Curro Jiménez (de blanco y oro). Estocada (dos orejas); estocada (dos orejas y rabo)

Comentario.- Entretenida tarde de toros, con un buen encierro el que envío Ramón Sánchez. Hacía tiempo que no veíamos en Priego una corrida en la que dos toros fueran premiados con la vuelta al ruedo; en la que hubiera dos derribos de picadores; y en la que los toros tras la suerte de varas sacaran raza en el último tercio de la lidia, el más importante para el lucimiento de los toreros.
Abría el cartel Víctor Janeiro, tal vez con el peor toro de la tarde, con el que no llegó a acoplarse ni a trasmitir nada al tendido, además falló con la espada. El segundo de su lote, cuarto en el orden de lidia, fue el toro de mejor condición, pues hasta tres veces acudió al caballo. Janeiro aprovechó las repetidas embestidas para cuajar una buena faena, que en esta ocasión no desaprovecharía con la espada. Fue premiado con dos orejas y el toro con la vuelta al ruedo.
Antón Cortés lanceó bien con el capote. Con la franela demostró el arte de su toreo, realizando dos faenas de igual corte, la de su segundo con más pulcritud y torería, pero el de Albacete con la espada no anduvo fino y tuvo que conformarse con una generosa oreja pedida por el público en cada uno de sus oponentes.
El máximo triunfador de la tarde, sin ningún género de dudas, fue Curro Jiménez, que en la suerte suprema se vuelca por derecho, siendo el único que estuvo acertado con la espada en las dos ocasiones, aunque en el primero salió trompicado y tuvo un revolcón sin consecuencias.
Lo mejor de la tarde fue en el que cerró plaza y eso que el toro de salida echó la cara arriba, tuvo una arrancada imprevisible que acabó con el picador por el suelo, en un comportamiento extraño. Pero el picador se encargó de ahormarle la embestida y el toro cambió por completo, tanto es así que Curro Jiménez pronto lo metió en el canasto. El astado iba bien por ambos pitones, por la izquierda incluso con mayor recorrido, encargándose Curro de administrarle unas buenas tandas de naturales, bien dibujados y con una cadencia extraordinaria, adornándose en cada muletazo. El prieguense se sentía a gusto y alargó la faena ante la buena respuesta del astado. Curro era sabedor que podía armar el taco ante sus paisanos y tuvo que tirar de los efectos especiales que tanto gustan al público sacando todo su repertorio, se pegó el arrimón con desplantes mirando al tendido, pases de espalda rodilla en tierra y al final el estoconazo que le valió las dos orejas y el rabo ante los gritos de “torero” “torero” …