Hace un año por estas mismas fechas les hablaba yo de los Festivales de Priego y hacía una pequeña comparativa con el Festival de Cap Roig en Girona. Comentaba entonces sobre la necesidad de crear un sello de identidad propio y con ello, dar a algunas de nuestras tradiciones un impulso de originalidad que nos sirviera para recuperar lo hasta ahora perdido.
En junio de este año, los medios de comunicación comarcales informan sobre la próxima actuación en Lucena de Julio Iglesias, nuestro artista más internacional, y si les digo la verdad, no me sorprendió la noticia, pero sí les puedo asegurar que sentí una envidia sana ya que a partir de ese momento adivinaba la repercusión que dicho evento tendría y los (a buen seguro), beneficios turísticos que acarrearía a nuestra vecina localidad.
Sin entrar a valorar al personaje en cuestión, ni su forma de cantar, ni su aspecto, del que ya se ha dicho de todo o casi todo, y centrándome en el concierto en sí mismo, les cuento que pude ver a un público fiel a su ídolo, jóvenes y no tan jóvenes, mujeres y hombres (en contra de lo que se podía esperar) y a un artista, que como bien dice en una de sus canciones allí interpretada, “con el pasar de los años he aprendido en la vida que se vive intensamente porque si no se termina”…..
Muy hablador, y con la sonrisa eterna que le caracteriza y que no le abandonó en ningún momento del concierto, Julio Iglesias hizo un repaso por sus éxitos, nombrando en numerosas ocasiones a Lucena y mostrando su solidaridad hacia las empresas (factorías como él las llamó) que habían tenido que cerrar a causa de la crisis. Encantado de estar de nuevo en tierras andaluzas, tierra de su madre, y muy simpático y zalamero, se metió a su público en el bolsillo desde el minuto uno, aunque también hay que reconocer lo desafortunado que estuvo en algún que otro comentario sobre féminas, ya que a estas alturas de la película, resulta bastante patético ver babear a un hombre de 68 años (los cumple en Septiembre), mientras sus coristas de 21 años (edad que él se encargó de recordarnos más de una vez) se contoneaban delante suya, para guionizar unos chistes fáciles que arrancaron menos risas de las esperadas… sin duda alguna, lo peor del concierto.
Pero no hay que olvidar que lo mejor que ha explotado Julio Iglesias durante su larga carrera ha sido su lado seductor y su fama de golfo, hoy en día bastante pasados de moda, por cierto.
En cualquier caso, y a pesar de la fría despedida, el concierto de Julio Iglesias no defraudó a los fans más incondicionales del artista y una vez más demostró ser capaz de reunir alrededor de 8.000 personas llegadas de diversas poblaciones andaluzas y españolas como Madrid y Ciudad Real y como no, también extranjeros.
De este modo, todos contentos:
los promotores, a pesar de no completar el aforo previsto (le faltaron 2.000 personas), y de la polémica rebaja del 2x1 en las entradas más caras, el último día, con el consiguiente y lógico cabreo de los afectados;
el artista, que llegó, recibió, llenó, actuó, y se marchó…
y por supuesto, la ciudad de Lucena, que en este sentido es la que más gana, ya que este acontecimiento ha contado con una importante campaña de publicidad y marketing; y en este punto, me quedo con lo expresado por el vicepresidente de la Unión de Industriales, Comerciantes y Artesanos de Lucena, Antonio Rabasco,“no es la incidencia inmediata del concierto en sí, sino la repercusión que ha tenido durante todo este mes el nombre de Lucena, no solo a nivel comarcal, sino a nivel regional y nacional, de modo que en toda España han oído hablar de Lucena, ciudad tan importante en el sector del mueble, como a partir de ahora, también en el turístico”.
Lo dicho, una vez más nos ganan la partida promocional porque lo que está muy claro es que Julio Iglesias es, como cualquier otro artista internacional que se precie, su sola presencia gratifica y garantiza el éxito de promoción, porque después de 43 años de carrera en activo y habiendo sido el cantante español con mayor triunfo internacional, su concierto en Lucena ha levantado desde el principio, una enorme expectación y ha supuesto una gran inyección de entusiasmo entre los lucentinos, por no hablar de todos los fans del cantante en la comarca y fuera de ella.
Julio Iglesias en el estadio “Ciudad de Lucena” ha sido una apuesta arriesgada, pero ya conocemos la máxima de los buenos empresarios:”el que no arriesga no gana” y también en épocas de crisis hay que arriesgar….
Y mientras tanto, en Priego ¿qué?....pues en Priego, nada…. “La vida sigue igual”….y por tanto, seguiremos con nuestras Ferias de Turismo y nuestros “Workshops”, y por supuesto lamentándonos de todo y a toro pasado, y como no, siempre, en el lugar equivocado,…. algo que a los prieguenses nos queda, muy, pero que muy bien.
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