El Barcelona: política o fútbol

Lo que desde luego y para mí, esos enormes tinglados, no son deporte ni mucho menos. Son grandes negocios y plataformas para que algunos individuos se proyecten hacia otros intereses y gocen de una fama que si no fuese por estas plataformas carecerían de ella. Y no son deportes nada de “lo monstruoso que se ha creado bajo este nombre”; por cuanto el deporte (competiciones gimnásticas) fue creado por aquellos sabios griegos, para “dessalvajar” al ser humano y sanearle su mente animal y guerrera, quemándole sus fuerzas negativas en esos ejercicios, para con ellos; tratar de sanearle lo principal del ser humano, o sea la mente o espíritu… de ahí lo de “mente sana en cuerpo sano” y no al revés como se dice; puesto que es la mente (lo inmaterial) lo que siempre domina al hombre y según esté formado ese intangible yo, así obrará el cuerpo animal que poseemos. Viendo la realidad “deportiva” se da uno perfectamente cuenta de que lo que hoy predomina masivamente no es precisamente… “la mente sana” y dejémoslo ahí.

Pero por ese tipo de “alienación actual”, infinidad de individuos presumen de ser de tal o cual equipo… o sea, que son acérrimos a un equipo y pierden “la chaveta” por el mismo, gastando grandes cantidades incluso desplazándose para seguirlo en lo que para el denominado “hincha o forofo” (los hay peores aún) han de ser victorias continuas y no admitiendo la derrota, que caso de producirse a algunos les produce “una enfermedad”. Inexplicable para mí todo ello, puesto que suponiendo que eso fuese deporte y el espectador deportista… se iría noblemente a ver el juego o competición y se aplaudiría al que mejor lo haga… y sea el que sea.

Pero ese… “yo soy del…”; a mí me hace reír, puesto que algunos lo pronuncian como si “su entrega a esa pasión”, representase algo vital para su ser y no entienden nada de nada; menos aún que a los que aplauden y “se entregan”; son meros y simples mercenarios que como tales, trabajan para el que mejor les paga y los colores de los equipos, se los pasan por donde, pueden imaginar.

En España (peculiares que son en mayoría: yo no) siempre se han decantado las masas por dos puntos (o extremos) políticos o lúdicos, incluso taurinos en tiempos pasados y antes de que el fútbol llegase a esa invasión que enardece a las masas. Por ello mismo hay “unos forofos” (o aficionados en masa: si se quiere) que o son socios o acérrimos al Barcelona club de fútbol, o al Real Madrid y polarizan sus… “lo que sea”, en ser y pertenecer a uno de ellos y que siempre quede el primero en detrimento del otro, cosa que les crea un placer enorme y además sirve de infinitas discusiones absurdas, por lo que antes digo… ¿qué representa ello en la vida necesaria y cotidiana de cada uno de estos fanáticos?

Pues bien; al parecer el Barcelona, algunos (o muchos) lo han empleado y emplean como “bandera separatista” de Cataluña, contra el resto de España (en el Real Madrid no ocurre nada de eso) e inexplicablemente para cualquier habitante de esta España “nuestra”; nada menos que el actual presidente del equipo catalán, ha estado en primera línea y encabezando una manifestación separatista el pasado 11 de septiembre y donde la masa de desempleados que ya padece Cataluña (junto al resto de España) los han abucheado abundantemente y “en idioma español”; lo que demuestra bien a las claras, lo que prefieren los catalanes en mayoría; cosa lógica por demás puesto que es inimaginable una España sin Cataluña o viceversa.

Por descontado que los tres “cabecillas” (o cabezas) de la política que fueron a esa especie de pantomima de poner flores, “a alguien que no murió” (ABC 12-09-09 página 15)… no van a dimitir tras tales abucheos… ¿pues dónde van a ir para seguir con la vida padre que se pegan? Pero el que tendría que dimitir de inmediato es el Sr. Laporta y como presidente del club barcelonés… ¿por qué? Para mí sencillo, muy sencillo, el equipo de Barcelona no es ni barcelonés ni catalán, ES ESPAÑOL, por cuanto gran parte de sus socios lo nutren y pagan, desde todas las latitudes de España y como tales y además infinidad de catalanes; lo de separarse de España, les huele “a cuerno quemado”; por tanto dimisión y cuanto antes; y si me apuran; una asamblea pronto para ver… “qué tendencias tienen la totalidad de socios que mantienen al equipo”… ¡AH y lo que ese presidente dice que ha ido a título particular, no se lo cree ni él mismo! Que hubiera dimitido antes de ir y entonces si que sería creíble.

Yo y si fuera socio del Barcelona, caso de que no se hiciera lo que digo; de inmediato me daba baja del tal equipo y en espera de tomas de posiciones sensatas y claras y que deben hacerse públicas, cuanto antes: ya está bien de tanta mentira. ¡O fútbol o política! Lo uno no casa con lo otro.