Ayer, lunes 15 de marzo, acudió a declarar como nuevo imputado en el Caso Almazaras, el exdirector (F.M.M.A.) de la sucursal en Fuente – Tójar de la Caja Rural de Córdoba. Recordamos que la imputación la solicitó AlmaZeite y fue aceptada, mediante Auto Judicial, el pasado 12 de enero de 2010. Recordamos también que con anterioridad ya había sido imputado también por falsificar la firma del tesorero de Almazaras en la apertura de una cuenta a nombre de dicha cooperativa que se abrió en la oficina que dirigía y por la que se contabilizaron operaciones por valor aprox. de 23 millones de euros en sólo unos meses. Esta imputación se produjo basándose en un informe caligráfico emitido por el Departamento de Grafística de la Dirección General de la Guardia Civil (realizado a instancias del juzgado por petición expresa de AlmaZeite) que determinaba con claridad y contundencia ser el autor de dicha falsificación.
En la declaración que ayer se llevó a cabo en el juzgado de Priego se limitó continuamente a mostrar su olvido en muchos hechos, su desconocimiento en otros, en eludir su supuesta responsabilidad como director de la sucursal en actuaciones propias del cargo y en señalar en todo momento a la Central de Caja Rural, y en especial a un Alto Cargo de la misma como conocedor y persona que ordenó en ocasiones muchas de las operaciones por las que ha sido preguntado.
Insistió que él era un mero “transmisor” de documentos y que las operaciones las decidían y ejecutaba la Central de Córdoba de Caja Rural.
Durante más de dos horas estuvo sometido a las preguntas de los abogados de Almazeite, la Purísima y Almazaras como acusaciones particulares, llegando a caer en contradicciones y en olvidos continuos no reconociendo documentos y “hechos objetivos” que están en el Sumario, tal como si los cheques estaban librados por una o dos personas.
De entre su larga declaración cabe destacar el desconocimiento que dijo tener sobre si era o no era necesario un acuerdo del Consejo Rector de Almazaras, para abrir la cuenta (que se investiga) a nombre de la cooperativa y si existía o no ese acuerdo en el momento de la apertura. Por el contrario, dijo haber comprobado el DNI de los firmantes y que envió toda la documentación a la Central en Córdoba para su verificación. Recordamos que el ex – director está imputado por haber falsificado en esa cuenta la firma del tesorero de Almazaras.
Aseguró que para operar en dicha cuenta eran necesarias dos firmas y que nunca autorizó cheques ni disposición de fondos con una sola firma. No obstante, al exhibirle para su reconocimiento documentos con una sola firma, dijo no reconocerlos.
Más adelante contestó no haber tenido relaciones comerciales con dos de los imputados en el “Caso Almazaras” y sin embargo posteriormente reconoció que, de forma breve, fue socio de uno de ellos en la empresa RUSURINV S.L.; que con el otro estuvo trabajando conjuntamente en la empresa Fuente de las Piedras de Cabra y que además, en la actualidad, en dos empresas relacionadas con el sector del aceite, es socio conjuntamente con un primo del también imputado gerente de Almazaras.
A lo largo de la declaración hizo alusión en reiteradas ocasiones a la Central de Caja Rural y en especial a un Alto Cargo de la misma llegando a decir que dicha persona mantuvo, tras abrirse la cuenta, una reunión con el gerente de Almazaras en la que se trataron los requisitos para realizar los movimientos y las operaciones de descuento en la cuenta en cuestión.
En varios momentos del interrogatorio, declaró también que dicho Alto Cargo es el que autorizaba las operaciones de remesas de descuento y que esas operaciones contenían el sello de uno de los Órganos de Gobierno de la Central de la Caja Rural.
Ante la observación de uno de los abogados en la que se le dice que una de las remesas, firmada por el Presidente de Almazaras, se pidió que se abonase en la cuenta que Almazaras siempre tuvo en Caja Rural de Almedinilla y que sin embargo se abonó en la cuenta de Fuente-Tójar, contestó que no podía explicar porqué ocurrió así y que pudo tratarse de un error.
A preguntas de su abogada terminó señalando que:
* Es la Central en Córdoba la que comprobó todos los requisitos para la apertura de la cuenta.
* Que los abonos en cuenta son realizados desde la Central a través de un código interno que utilizan para realizar las operaciones.
* Que nunca nadie le dio instrucciones para cancelar la cuenta cuestionada.
* Y que él era un mero intermediario no tramitaba las remesas de descuento
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