De nuevo, la guerra entre los partidos por la situación sanitaria de nuestra localidad y comarca se ha vuelto a encender. Las ascuas llevan años ardiendo, y cada cierto tiempo, son azuzadas por uno u otros, o por alguna situación puntual y llamativa, y su fuego se expande hasta alcanzar a algunas personas, partido o institución, pero casi siempre, las quemaduras que provocan apenas llegan a ser de primer grado.
En campaña electoral para las últimas municipales, todos los partidos que se presentaron en nuestro pueblo, apagaron con sus respectivas armas, casi todos los rescoldos, y todos prometían la construcción de un centro hospitalario, con similares propuestas. Hasta llegaron a aprobar una moción en el pleno municipal, pidiendo a la Consejería de Salud su construcción más o menos próxima.
El fuego se azuza últimamente desde casi todos los focos: partidos, profesionales sanitarios y no sanitarios del centro de salud, ciudadanos, empresarios, asociaciones, etc… y empieza a subir en intensidad; pero no viene nadie a sofocarlo definitivamente y a presentar un proyecto real y verdadero que nos solucione y mejore la situación. Todo lo contrario, nos visitan altos cargos que en vez de usar agua, echan gasolina de alto octanaje al problema, consiguiendo molestar e insultar a unos, y dejar en una posición, como mínimo incómoda, a otros, sobretodo a la alcaldesa y a su grupo político, que son los que reciben pequeñas quemaduras, pero que se curan con una simple cremita de protección solar, ya que los ciudadanos de este mi querido pueblo, apenas se interesan por el tema, a no ser que les afecte muy directamente, y sufran en sus propias carnes las deficiencias sanitarias que venimos años soportando.
Nos afecta el problema de siempre. Recuerdo que de pequeño, cuando la crisis y cierre de las fábricas textiles, la conversación de los mayores era la misma: “no somos capaces de unirnos en una cooperativa y defendernos de la crisis”. La desunión acabó con el progreso y el resurgir del Priego de los 50 y 60.
Ahora estamos igual: cada persona, cada grupo político, cada asociación, etc., luchan por mejorar la sanidad, pero solos, individualmente, aislados, sin UNION, no conseguiremos nada. Mientras que los ciudadanos de Priego y su comarca no seamos capaces de pedir y exigir conjuntamente una mejor sanidad, seguiremos igual.
Varios miles de prieguenses firmarán para la construcción de un hospital, pero pocos acudirán si se convoca alguna manifestación o concentración de protesta. No nos gusta implicarnos demasiado en estos temas.
Divide y vencerás es una acción muy usada en la política actual. Aquí siempre se ha dividido la fuerza. Nos pasó con la plataforma de las carreteras y nos pasará con la sanidad, si no sabemos hacerlo bien.
La máxima autoridad de los prieguenses, actualmente nuestra alcaldesa, debe ser la persona que lidere un movimiento de este tipo, y ella debe asumir que es la representante de todos los ciudadanos de Priego, y como tal ejercer ante todas las instituciones y cargos políticos provinciales, autonómicos o nacionales, y sobretodo, ante los de su propio partido.
La disposición de terreno municipal a disposición de la Junta para la posible construcción del futuro centro, no es ahora lo más prioritario. Sí lo es el conseguir un compromiso real y formal, por parte de la administración autonómica, de un Centro Sanitario para Priego, con una propuesta concreta del modelo de centro a construir y la dotación y servicios que nos dará. A partir de ese punto, es cuando hay que pensar en el sitio idóneo de ubicación, y de los metros que se necesitarán.
La administración local seguro que entonces encontrará las medidas y subvenciones necesarias para conseguir los terrenos.
Pero, ¿Qué tipo de centro sanitario necesita Priego?. Basémonos en un estudio real y lógico:
Un hospital para Priego, con Cabra a menos de 20 minutos, no parece lo más racional actualmente. (la época de vacas gordas e incongruencias sanitarias ya se acabó).
La ampliación física del centro de salud actual, sin el correspondiente aumento de plantilla, tal como está previsto, no aportará nada a nuestra situación.
Luchemos por tener un CARE (Centro de Alta Resolución de Especialistas), en el que dispongamos de consultas de cardiología, digestivo, medicina interna, analítica, traumatología, oftalmología, dermatología, otorrino, neumología, ginecología, radiología y urología, donde el estudio al paciente se realice en el llamado “acto único”, es decir, que en el día de la consulta se le realicen las pruebas y estudios necesarios, para conseguir un diagnóstico y tratamiento adecuado, o su derivación a otro centro para intervención o internamiento.
Peleemos por que se dote de toda la maquinaria y tecnología necesaria: TAC, laboratorio de análisis, RX completa, endoscopias, ecografías, quirófano para cirugía mayor y menor, aparataje específico para cada especialidad, etc.
Consigamos tener un amplío servicio de urgencias, reforzando el actual, que pueda atender y acceder con garantías a toda la amplia población tan dispersa de la comarca, sin que, como ocurre hasta ahora, suponga merma y sobrecarga al personal que realiza su consulta y labor diaria y programada en el centro de salud o consultorios, y dotado con camas de observación.
Insistamos en que se cubran todas plazas del centro de salud con los pediatras y médicos de familia que le corresponden. Que se sustituyan las vacantes diariamente de todo el personal. --Las plantillas de todas las categorías están tan ajustadas, que la ausencia de cualquiera, repercute en el resto, con la consiguiente merma en la calidad asistencial.--.
Denunciemos y evidenciemos la situación del nuestro hospital de referencia, el Infanta Margarita de Cabra., hasta conseguir que pueda atender con dignidad, eficacia y eficiencia a toda la población que tiene asignada. Cualquier mejora que queramos para Priego, siempre dependerá de las condiciones del hospital de Cabra. Si de por sí ya es deficitario en recursos humanos, nunca podrá asumir la atención de centros de localidades vecinas (Lucena, Baena, ¿Priego?).
La actual falta generalizada de médicos en España, que se irá agravando en los próximos años, y que obligará a “compartir” los profesionales entre varios centros, favorecería y fortalecería esta propuesta. La construcción de un Hospital o CHARE, cada vez es más inviable por lógica, por economía y por la escasez de profesionales sanitarios.
Esta es mi opinión, posiblemente equivocada para unos y compartida por otros, pero basada en la lógica y en el conocimiento del tema.
En resumen, si cada uno vamos por nuestro lado, aunque sea con el mismo objetivo, las cubetas de agua no caerán al unísono, y nunca apagaremos el fuego del que debe resurgir el centro sanitario que todos los prieguenses anhelamos.
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