2 de noviembre de 2009 | Redacción
Faroles de Melón para ahuyentar los espíritus
Un año más la Asociación de Amigos del Museo ha puesto su particular grano de arena para recuperar una de las más antiguas tradiciones prieguense: La fabricación de faroles de melón en la víspera del Día de los Difuntos, que según la creencia popular debían colgarse en el dintel de la puerta para ahuyentar a los espíritus que vagan en esa noche.
En esta ocasión, unos 200 niños acompañados de sus padres se dieron cita en las Carnicerías Reales, provistos de un melón o calabaza, una vela y una cuerda para fabricarse la artística pieza que debe ser adornada con motivos ornamentales por un lado y un rostro grotesco por el otro, permitiendo la transparencia de la vela que se coloca en el interior tras haber ahuecado completamente el melón.
Al anochecer los pequeños recorrieron el barrio de la Villa con sus faroles formando una larga comitiva en una estampa que ya cada año resulta más familiar.