José Rafael Martínez pone énfasis y sentimiento en la Semana Santa prieguense y se reafirma en su dogma de fe sobre la historia de Jesús

José Rafael Martínez Jiménez, capitán de la Guardia Civil con destino actual en Melilla, pregonó en la mañana de hoy en el Teatro Victoria la Semana Santa prieguense. Un pregón cuya organización ha correspondido este año a la de Real y Venerable Hermandad de María Santísima de la Cabeza y nuestro Padre Jesús Resucitado.
Mercedes Pérez Cubero, ataviada con la clásica mantilla española fue la encargada de presentar al pregonero. Con tal motivo señaló su llegada a Priego como teniente de la Guardia Civil en 1999 y como en los nueve años que estuvo en nuestra ciudad supo integrarse en su movimiento cofradiero. Del mismo modo señaló como sin ser prieguense José Rafael Martínez ha sabido sentir de manera muy especial las cosas de Priego, subrayando que ha sido pregonero de la Romería, de la Feria y de las Fiestas Nazarenas de Mayo. Destacó las virtudes que adornan la figura de José Rafael, así mismo la amistad que les une, recordando los momentos más difíciles y dolorosos pasados en Priego con la pérdida de su esposa Pastora.
Por su parte el pregonero tuvo palabras de agradecimiento para con su presentadora, así como para las personas que le han ayudado para la puesta en escena del pregón.
José Rafael Martínez señaló su estancia actual en Melilla, una ciudad donde conviven el lujo y la opulencia con la miseria más absoluta, una ciudad fronteriza donde ha podido vivir en primera persona el drama humano que supone la inmigración.
El pregonero inició su pregón dando paso al “Credo” de la misa campesina nicaragüense, como premisa fundamental de que todo lo de este mundo nació del Creador.
José Rafael mostró sus dotes de orador y poeta, realizando un emotivo y elaborado pregón recordando el título de la película “La historia más grande jamás contada”, para ello fue alternando los pasajes bíblicos de la pasión de Jesús, con las cofradías e imágenes que conforman la semana santa prieguense.
Especial énfasis interpretativo puso el pregonero al referirse a cada una de ellas arrancando los aplausos del público tantas veces como hermandades hay en Priego. De manera especial se refirió a la hermandad de la Columna teniendo un emotivo recuerdo para el recientemente fallecido Juan de Dios Castilla Linares, columnario de pro. Del mismo modo relató vivencias personales ante la imagen de Jesús en la Columna.
Igualmente se detuvo en el Viernes Santo, en el fervor popular, en los hornazos, en la subida al calvario y como todos los prieguenses llevan una estampa de Jesús en su cartera, para terminar preguntándose ¿que sería de Priego sin Jesús Nazareno?
El pregonero en su prosa poética tuvo excelsas palabras para la Virgen María en sus distintas advocaciones: de la Encarnación, de la Paz, de los Dolores, de la Caridad, del Mayor Dolor, de la Esperanza, de las Angustias, de la Soledad, y finalmente de la Cabeza que acompaña a Jesús Resucitado en la mañana del Domingo de Resurrección.
Una resurrección sobre la que José Rafael Martínez cimentó su dogma de fe como cristiano y así lo expresó públicamente en su pregón.