El Teatro Victoria acogió ayer, en el marco de la 70 edición del Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de Priego, la representación de la obra "Free Bach 212" a cargo de la compañia teatral catalana la Fura dels Baus.
Esta obra que combina elementos de artes tales como el teatro, la música y la danza está basada en la «Cantata profana 212» de Bach y ha cosechado éxitos de un extremo a otro del país, allá donde se ha interpretado.
Lo mismo sucedió en Priego de Córdoba, donde La Fura dels Baus logró conmover y deleitar al público que acudió al teatro. En ella se unen el ensemble barroco de Divina Mysteria, los «reprises» flamencos de la cordobesa Mariola Membrives y los paisajes sonoros de música electrónica para componer un envolvente ambiente que da su sentido último a la obra. Su versión libre de la conocida como «Cantata de los agricultores» se elabora a partir de la dirección y guion de Miki Espuma y David Cid, y cuenta además también con la dirección musical de Pavel Amilcar, Thor Jorgen y el propio Espuma.
Ha sido esencial el trabajo previo de documentación histórica para conocer cómo se interpretaba la música de la época y transportar la obra en el tiempo, dando un carácter contemporáneo con la inclusión de la electrónica y el barroco.
Un convite atemporal, lo burlesco, humorístico, una crítica social, la invitación a los placeres más mundanos. Así puede definirse la obra, una mezcla de conceptos extemporáneos que sumados conforman una nueva realidad alternativa, caminos cruzados que amalgaman discursos aparentemente contrastados en un solo movimiento.
Estrenada en un castillo en 1742, la obra original fue compuesta para un gobernante. Con la utilización de canciones y danzas populares mezcladas con estructuras de corte noble y la insinuación de seducciones a los placeres de la carne y el alcohol, Bach extiende una mano que cruza 273 años para invitar al espectador a la mesa, en una cantata que acaba en una taberna, donde la cerveza es el brebaje unificador.
La Fura dels Baus yDivina Mysteria atienden como comensales reservando nuevas encrucijadas interdisciplinarias donde las músicas electrónicas, la imagen multimedia, el flamenco y una poética contemporánea del espectáculo quieren resignificar ante el público actual un precepto atemporal e inherente en la «Cantata campesina»: el de conmover y deleitar sin barreras, sin limitaciones. «Free Bach» es un homenaje al atrevimiento y al divertimento del maestro.
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