La receta electrónica permitirá a los cordobeses que vayan a viajar a cualquier punto de la geografía andaluza disponer de sus tratamientos en su lugar de vacaciones. Esta es una de las ventajas de este sistema de prescripción y dispensación de medicamentos, disponible para el 97% de los andaluces y accesible en el 100% de las farmacias de la costa andaluza, así como en todos los municipios con más de 2.500 habitantes.
Los centros de salud del Distrito Sanitario Córdoba han realizado durante el pasado año un total de 6.764.646 prescripciones de medicamentos, de las cuales el 50,34% se han llevado a cabo a través de la receta electrónica (3.405.535 prescripciones de medicamentos y productos sanitarios a través de la receta electrónica).
El distrito comenzó a implantar la receta electrónica en sus centros en 2004, y ya en 2007 todos los centros de Córdoba contaban con esta prestación. Desde ese momento hasta la actualidad, su utilización ha experimentado un incremento del 21%. Este porcentaje de utilización de la receta electrónica supera en 10 puntos la media andaluza y en algunos centros de salud como Huerta de
El centro de salud de Alcolea fue uno de los primeros centros andaluces en incorporar esta tecnología en marzo 2004, sumándose de forma paulatina el resto de centros del distrito sanitario entre 2005 y 2007.
Ventajas
La receta electrónica o Receta XXI es una de las principales apuestas de
Una de sus principales ventajas es que evita a los enfermos crónicos tener que acudir periódicamente hasta el centro sanitario con el único fin de renovar sus tratamientos. En este sentido, cuando el médico realiza la prescripción de un medicamento o producto sanitario a un paciente, a través de la aplicación informática de historia digital de salud (Diraya) y haciendo uso de la tarjeta sanitaria (que actúa como llave de acceso al sistema), determinados datos de dicha prescripción son grabados en un Módulo Central de Dispensación.
En este módulo se crea un crédito farmacéutico con el tratamiento completo prescrito para el paciente en los plazos que estime el facultativo. El usuario, que sale del centro de salud sin las recetas tradicionales, acude a la oficina de farmacia con su tarjeta sanitaria y desde ahí se accede a este crédito farmacéutico donde se recoge los fármacos prescritos y la posología –las dosis en las que debe administrarse-. Con estas premisas, el farmacéutico será el que vaya suministrando el tratamiento durante el plazo indicado.
Los ciudadanos reciben, además, una hoja de instrucciones donde se les especifica tanto el medicamento recetado como la forma de tomarlo, además de cualquier información necesaria para que pueda cumplir el tratamiento de la forma más correcta.
Por otra parte, el sistema de receta electrónica redunda en una mejora del control de la adherencia del paciente al tratamiento, ya que el médico puede visualizar si se han retirado en las farmacias los medicamentos recetados.
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